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Atada y amordazada en aquella habitación de hotel

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Muchas de mis amigas me han pedido que contara alguna de mis aventuras al estar atada y amordazada. Hoy les contaré una de ellas. Erase una vez...jajaja. No, ahora en serio. Yo tengo la oportunidad de viajar mucho por mi trabajo y siempre aprovecho cada oportunidad para poder disfrutar del placer de las cuerdas. Debo decir que con tantos años de práctica me he vuelto muy buena atándome a mi misma . Durante uno de estos viajes, al regresar al hotel en la tarde decidí tomarme un tiempo para mimarme un poco. Así que busqué mi lingerie, tacones y cuerdas para empezar a jugar un rato antes de bajar a cenar. Luego de vestirme con un juego de brassier, pantys y liguero de encaje blanco, y unas medias blancas para hacer juego, me puse mis tacones rojos de 12 cm. Yo soy alta (1.68 metros.) y con mis tacones estaba rozando el cielo, jajaja. Luego de admirarme un rato en el espejo (que chica no hace eso??? 😁 ) comencé a atarme, comenzando por mis pies y mis rodillas, luego colocándome

De botas, tacones altos, y demás cosas sexys...

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Es un hecho que no todas las personas piensan igual, ni siquiera aquellos que compartimos algunos gustos con otros. Y eso esta muy bien, sino este mundo seria muy aburrido 😊. En mi caso, esto de atar o ser atada no se trata solo de hacer sentir indefensa a la otra persona sino de toda una serie de detalles que enriquecen el ambiente, que van preparando los sentidos de los involucrados y que potencian al máximos las sensaciones y emociones para llegar a un desenlace que puede resultar épico y para el recuerdo. Aquí entra en acción todo el juego previo, desarrollar las fantasías, preparar el sitio y, por supuesto, la ropa que se va a vestir para la ocasión. En esta ocasión solo hablaré sobre mis preferencias al vestir a la hora de disfrutar de las cuerdas. Entre gustos y colores...los míos son los mejores 😋. Cada cabeza es un mundo, y cada persona tiene sus preferencias al respecto, todas muy válidas. Yo solo puedo hablar de lo que gusta a mí en particular, y eso gira en torno a

Inmovilizacion Autoimpuesta

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No sé cual será la historia de las demás personas que comparten el mismo placer por las cuerdas que yo, pero en mi caso los primeros experimentos con ataduras fueron las que yo misma me hacía siendo adolescente.   Eso no prosperó mucho ya sea por falta de experiencia, o de tiempo a solas, o una mezcla de las dos anteriores u otras muchas razones que no vienen al caso en este momento. Pero todo esto cambió radicalmente cuando llegué a la universidad. La universidad donde decidí estudiar quedaba lejos de mi casa, por lo que tuve que mudarme a una residencia donde tenía una habitación para mi sola.   Esos días de hormonas alborotadas y tiempo libre le di rienda suelta a mis fantasías, todas ellas mezcladas con las ataduras 😁. Fueron días de experimentación donde lograba quedar completamente inmovilizada.   Y una de esas primeras noches de experimentación me enseñó a las malas que siempre debía contar con un plan de escape que incluyera unas buenas tijeras. En esa oportunidad, como y

Como convencer a tu pareja?

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No se si todo el mundo hace lo mismo pero en mi caso, no le dije nada a él sobre mis atracción por las ataduras. Nuestra relación comenzó muy normal y siguió así por unos meses. Una noche recuerdo que estábamos acurrucados viendo una serie donde los dos protagonistas (una mujer y un hombre) los dejaban atados de pies y manos en ropa íntima, y no se porqué pero eso puso a millón mis fantasías, así que de un salto busqué una de sus corbatas y le salté encima tratando de atarle las manos, y como ya supondrán pues quien terminó atada fui yo. Lo que pasó después no viene al caso (...para eso tienen su imaginación, no creen???😉). Lo cierto es que después de eso me sentí mas confiada para contarle sobre mis gustos tan particulares y aunque el pensó que estaba loca (de hecho, todavía sigue pensando así, pero bueno...) decidió ayudarme con todo este asunto. Y yo, Feliz!!!!😄 Las primeras veces el trató de convencerme de que a las chicas no se les debería tratar así y que el prefería s

Comienzos

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Las cuerdas me dan placer...y no solo las cuerdas. También las correas me dan el mismo placer. Pudieran ser medias o hasta pañuelos. Hasta aquella famosa cinta adhesiva gris (aunque no sea de mis favoritas).   El sentirlos alrededor de mis manos, mis piernas, tobillos, alrededor de mi torso. Sentirlas enrollándose sobre mi como una serpiente, arrastrándose sobre mi piel, inmovilizándome, paralizando todo mi ser, impidiendo cualquier posibilidad de escape. Recuerdo ya hace muchos años haber visto un capítulo por TV de una serie super viejísima de Batman donde aparecía Batichica (con Yvonne Craig, que envidia de cuerpo tenía esta mujer!!!). En ese capítulo en particular Batichica era vencida por los secuaces de Gatúbela y el Guasón quienes la ataban de pies y manos. (sí, esta bien, olvidémonos por un momento del pésimo trabajo que realizan los secuaces atando a Batichica).   Creo que este es el primer recuerdo que guardo relacionado con esta atracción tan particular por las atadur